Un géiser es un tipo especial de fuente termal que emite periódicamente una columna de agua caliente y vapor al aire. Una fumarola es una mezcla de gases y vapores que surgen por las aberturas de las rocas a temperaturas altas. Su composición varía según la temperatura a que son emitidas, de tal manera que ésta va cambiando a lo largo del “ciclo de vida” de una fumarola. Los lodos termales se forman cuando el vapor que emana una fumarola contiene ácidos que descomponen la roca alrededor del orificio de salida, convirtiéndolo en un charco de lodo. La superficie de uno de éstos, igual que una olla en ebullición, está constantemente agitada por las burbujas y borbotones que forma el vapor al escapar.
En los géiseres, el agua se sobrecalienta hasta alcanzar temperaturas muy superiores al punto de ebullición normal. Esto se debe a que el aumento de la presión, causado en este caso por el peso de todo el líquido existente en el tubo, eleva el punto de ebullición del agua. Cuando por fin el líquido alcanza dicho punto, se ve impulsado hacia arriba y brota al exterior. En la Cordillera de los Andes, existe una gran cantidad de volcanes y áreas volcánicas. Allí están los más altos del planeta, aunque no los más activos.
Una de estas zonas volcánicas son las fotos inferiores , de julio del 2014, que corresponden a géiseres y fumarolas de la zona llamada El Sol de Mañana, en Bolivia. Es un área desértica de aproximadamente 2 km² de extensión, ubicada al sur de Bolivia, en el departamento de Potosí, al sur de la Laguna Colorada, a una altura de 4850 msnm, dentro de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa.
Este área se caracteriza por tener intensa actividad volcánica. En los cráteres ubicados en la región se puede observar lava hirviendo además de las fumarolas y géiseres emitiendo vapores mixtos de azufre, agua y vapor caliente que alcanzan alturas de 10 a 50 metros, producto de la presión con la que son emitidos.
Y para finalizar, este vídeo (no es mío) de la zona: